viernes, 19 de abril de 2019

El futuro es mujer

Una faena del azar: al norte del río Congo, la violencia, al sur el sexo. Nos quedamos en el norte. Mal.Mucho más listos los bonobos, Pan Pansicus


Entiendo que la afirmación es rotunda, acepto su maximalismo, pero justo ahora que una parte de la sociedad empieza a cuestionar el necesario apoyo al desarrollo personal, social y profesional de la mujer, es necesario un nuevo impulso que dinamice lo femenino y lo lleve a su sitio definitivo: el poder.
Si, así de simple: el poder es y debe ser la meta de los movimientos femeninos pues la humanidad se ha desarrollado bajo lo masculino, lo imperativo, lo físico, lo impuesto y ha dado la espalda a cualquier otro modelo de gestión y evolución social. Pero estoy convencido de que este es un modelo que puede ser abandonado, que no es el único posible y que, si le echamos ganas y respeto, podemos encontrar otras vías y otros modelos si les dejamos campo libre a “ellas”, no a “ellos”. ¿En que me baso? Veamos algunas ideas.
La primera idea es que, muy posiblemente, la geografía nos jugó una mala pasada y nos quedamos en la orilla equivocada, allí donde el motor de los cambios sociales es la violencia y no la cooperación. Chimpancés y bonobos nos enseñan que las bofetadas no son el mejor camino y que el sexo puede ser un elemento de cohesión en el grupo muy interesante.
Otro mito que lo femenino ha destrozado es el de la creatividad, pues las observaciones han puesto de manifiesto que los grandes cambios culturales en los grupos de primates superiores son, siempre y sin excepción, han sido cuestión de las hembras: uso de herramientas, usar el mar para separar cereales de la arena…siempre es una hembra la que pone todo en marcha.
Seguimos con otra demolición, el del “macho cazador” que sustenta a la familia. Falso: ya se ha demostrado en varias ocasiones que las sociedades que perviven bajo ese modelo se sustentan, fundamentalmente, de la recolección realizada por mujeres. Curioso que los romanos, tan perceptivos y sensatos, se consagraran a la adoración de una deidad femenina que nieva ese papel: Diana cazadora. Nada más masculino que la caza y se la entregan a Diana. Algo sabrían de las antiguas religiones consagradas a Gea, a la tierra, a lo femenino.
A los que dudan de la necesidad de potenciar, proteger y promover el poder de lo femenino contra el modelo masculino, les pregunto: ¿Podemos defender un modelo que se basa en la esclavitud y supeditación de la mitad de la población al poder de la otra mitad?  Creo que, si pendamos en el global de la especie, lo que hemos organizado es una fiesta muy cutre, la verdad. Hoy, en el reducido y privilegiado universo de lo occidental, la mujer nos demuestra que es claramente más inteligente en sus desarrollos, más preparada y que cuenta con todo lo necesario para hacer una sociedad mejor, más equilibrada, justa, cercana a una naturaleza más protegida y cuidada…para cambiarlo todo, en definitiva. Y el “macho” lo percibe demostrando su inseguridad y recurriendo a los malos tratos y a la violencia para proteger su posición amenazada.
Ánimo chicas, el futuro os pertenece, pero tendréis que seguir peleando por él. Una lástima.

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