Un mundo entero de canciones y sensaciones
Me encuentro en Face Book, una vez más, un evento de
carácter cuasi universal organizado en torno a una canción. Una simple canción,
siete notas una tecnología brutal que conecta en tiempo real a muchos músicos y…magia.
Muchos idiomas, muchas lenguas, muchos países, muchas razas y una sola conación
que une lo que otros dividen y que ellos desprecian.
Si tenéis oportunidad y tiempo, escucharlo mientras se van
sumando músicos y países, instrumentos y culturas, razas y sensibilidades que
colaboran sin problema: sólo hay un objetivo común que es disfrutar de un
sonido que todos contribuyen a crear. La música permite eso que ninguna otra
cosa, excepto posiblemente la pintura, permite. No hay literatura universal; no
hay universalidad en nada que no sea la música y la verdad, me da envidia de la
mala: ellos acceden a un universo que a mí se me prohíbe o se me presenta
inaccesible.
¿Podemos extraer alguna enseñanza de este tipo de actuaciones
colectivas y colaborativas? ¿Algo parala política, para la empresa? No tengo
una respuesta adecuadamente meditada y medida, pero si puedo expresar un deseo sencillo,
claro y medido: Por favor, señores músicos: compartan su secreto con el resto
de los mortales que quedamos fuera de ese mundo mágico en el que las barreras normales
desaparecen y sólo quedan seres humanos entregados al disfrute de un arte
universal que les une a todos.
Casi nada….
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