Con dos.....
Si Stravinsky dedicaba sus esfuerzos a la consagración de la
primavera, la humanidad parece dedicarse, a tiempo casi completo, a consagrar
la estupidez para hacer con ella el canon que mida la verdadera inteligencia de
la especie. Andy Warhol clamaba por la posibilidad de que cada cual tuviera
diez minutos de gloria y Umberto Eco le tranquilizaba demostrando que, hoy en
día, la tecnología permite que la gloria del idiota sea imperecedera, sus seguidores
y admiradores se cuenten por legiones y su mensaje reine urbi et orbe.
¿Es posible que exista alguna ley inmutable que garantice la
decadencia de una cultura justo cuando ésta alcanza determinado nivel de
desarrollo? Según algunos, con Oswald Spengler y su “La decadencia de Occidente”
a la cabeza, sí: no hay escapatoria y el curso de la historia trabajará para
que esa cultura degenere y todo se iguale en la base de la barbarie. Es como si la termodinámica y su entropía también jugara en el campo de la civilización y nos
asegurara que, con el tiempo, ese nivel cero de entropía de los sistemas colonizará
la cultura humana y nos devolverá a los niveles del cerebro reptiliano o todavía más abajo.
La imagen que encabeza esta nota explica, por si sola, tanto
mi nivel de indignación como la pena por el enorme desperdicio de oportunidades
que supone esta proliferación de
cretinos: veganos, tierraplanistas, anti-vacunas, conspiranoicos de toda laya y
jaez que niegan la llegada del hombre a la luna, mujeres que paren en casa
arriesgando su vida y la de sus hijos, consumidores de leche sin hervir o
tratar, toda una corte de cuasi sub humanos que prefieren enterrarse en la
estulticia antes que aprovechar el inmenso caudal de conocimientos y avances que
se multiplican día a día.
La noticia debería haberse editado el 28 de Diciembre, pero
lamentablemente, no es así. Es cierta y la moda existe por mucho que la razón,
el buen gusto y el más mínimo sentido de lo que es lógico o normal, nos diga
que es imposible ser tan cerdo, tan cretino y tan gilipollas, con perdón.
Cosas veredes, Don Sancho…..
¡Que cochinada! Es cierto lo que decis... tal parece que la especie declina en todas las latitudes.
ResponderEliminar