viernes, 10 de mayo de 2019

La consagración de la estupidez


Con dos.....

Si Stravinsky dedicaba sus esfuerzos a la consagración de la primavera, la humanidad parece dedicarse, a tiempo casi completo, a consagrar la estupidez para hacer con ella el canon que mida la verdadera inteligencia de la especie. Andy Warhol clamaba por la posibilidad de que cada cual tuviera diez minutos de gloria y Umberto Eco le tranquilizaba demostrando que, hoy en día, la tecnología permite que la gloria del idiota sea imperecedera, sus seguidores y admiradores se cuenten por legiones y su mensaje reine urbi et orbe.
¿Es posible que exista alguna ley inmutable que garantice la decadencia de una cultura justo cuando ésta alcanza determinado nivel de desarrollo? Según algunos, con Oswald Spengler y su “La decadencia de Occidente” a la cabeza, sí: no hay escapatoria y el curso de la historia trabajará para que esa cultura degenere y todo se iguale en la base de la barbarie. Es como si la termodinámica y su entropía también jugara en el campo de la civilización y nos asegurara que, con el tiempo, ese nivel cero de entropía de los sistemas colonizará la cultura humana y nos devolverá a los niveles del cerebro reptiliano o todavía más abajo.
La imagen que encabeza esta nota explica, por si sola, tanto mi nivel de indignación como la pena por el enorme desperdicio de oportunidades que  supone esta proliferación de cretinos: veganos, tierraplanistas, anti-vacunas, conspiranoicos de toda laya y jaez que niegan la llegada del hombre a la luna, mujeres que paren en casa arriesgando su vida y la de sus hijos, consumidores de leche sin hervir o tratar, toda una corte de cuasi sub humanos que prefieren enterrarse en la estulticia antes que aprovechar el inmenso caudal de conocimientos y avances que se multiplican día a día.
La noticia debería haberse editado el 28 de Diciembre, pero lamentablemente, no es así. Es cierta y la moda existe por mucho que la razón, el buen gusto y el más mínimo sentido de lo que es lógico o normal, nos diga que es imposible ser tan cerdo, tan cretino y tan gilipollas, con perdón.
Cosas veredes, Don Sancho…..

1 comentario:

  1. ¡Que cochinada! Es cierto lo que decis... tal parece que la especie declina en todas las latitudes.

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