(*)Tiempo de ayuno establecido al
inicio de cada una de las estaciones
Isabel Díaz Ayuso anda compungida porque la parroquia se
dedica a poner en solfa sus sesudas y profundas elucubraciones sobre la
realidad de la Comunidad Autónoma de Madrid y sus geniales soluciones a los
muchos problemas que vivimos los madrileños. Isabel Díaz Ayuso argumenta, muy
convencida y poniendo mucho énfasis, que a ella se le cuestiona “por ser mujer”
y que, de darse el caso que fuera varón, todas las críticas vertidas sobre
ella, jamás se habrían producido. Isabel Díaz Ayuso confunde el culo con las
témporas: lo suyo nada tiene que ver con el machismo y sí mucho con su propia
estupidez.
De un político se espera seriedad y coherencia, estudio,
preparación y estrategia para solventar los problemas, no ocurrencias ni
tonterías que a nada conducen y que demuestran la carencia de reflexión. Isabel
Díaz Ayuso, además, hace un uso fraudulento y miserable de su condición de
mujer, dando a entender -muy machista ella – que el hecho de lucir su condición
femenina le autoriza a decir memeces sin recibir, a cambio, censura alguna. Es
la exaltación de la condición de “rubia” y el ascenso a los altares de la
estulticia.
La llegada de casado empieza a poder ser considerada como
sibilina y letal para el movimiento feminista. Parece que quisiera demostrar
sus peores intenciones machistas al poner a la cabeza de tres importantes
circunscripciones a tres personas de las que albergo dudas sobre su capacidad
para organizar una comunidad de vecinos o una fiesta de cumpleaños. ¿De verdad
no hay nada mejor en el PP? ¿O es que Casado quiere decirnos, de manera
soterrada, que esto es lo que hay y que esto es lo que pasa cuando las mujeres
quieren mandar?
Isabel Díaz Ayuso no debería buscar la razón de las críticas
recibidas -muchas y muy cuidadas dada la naturaleza de las burradas lanzadas
por ella – en su condición de mujer, ni mucho menos: la razón está en su propia
estupidez (**) a la hora de evaluar las consecuencias de sus palabras. Decir,
como ella ha hecho, en una rueda de prensa que “eso no lo he pensado” es
admitir que te falta una cocción y que así no es forma de estructurar un
proyecto político.
La mujer tiene mucho camino por delante y necesita que las
que tienen la responsabilidad y la oportunidad de aprovechar la tribuna de los
medios se lo tomen más en serio y demuestren mejores cualidades de lo que ella
demuestra. Señora Diaz Ayuso: su problema no es ser mujer, su problema es
aceptar un trabajo y una responsabilidad para la que, ni de lejos, está
preparada. Es tan sencillo como eso. No confunda el culo con las témporas, deje
este lío en el que se ha metido y quiere meternos y dedíquese a estudiar, prepararse
bien y con suerte, los que hablen con Vd. No se darán cuenta de lo tonta que
llega a ser cuando se pone a ello.
(**) La estupidez puede
referirse a la torpeza notable en comprender las cosas, a la falta de
entendimiento o inteligencia o a la acción de consecuencias graves o que denota
falta de inteligencia o atención, propia de un estúpido
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