domingo, 12 de febrero de 2017

Aquellos perros…todos los perros


En vista de que mi amigo Curro sigue empeñado en juzgar mi afición a los perros bajo prismas que en nada me favorecen y que, además de injustos, me colocan justo allí donde es imposible encontrarme dentro del mundo del perro, emprendo la ardua tarea de combatir décadas de  ataques despiadados respecto a mi persona y particular relación con los chuchos y la cinofilia oficial.
Mural asirio (junto con los siguientes) mostrando un moloso

De entrada, declaro solemnemente que me gustan los perros y me gustan por encima de su apariencia física, pues su valor fundamental es que son buenos compañeros, virtud que valoro por encima de sus encantos y posibles virtudes oficializadas mediante ilustres ancestros. Me llevo con ellos mejor o peor en función de su carácter y de su educación; de las virtudes de su socialización, esas que harán de ellos un buen amigo o un ser ajeno a mi mundo. Hay que señalar -y volveremos a ello – que ese último caso es atribuible, en el 99,9% de los casos,  a la estupidez de amos que consiguen contravenir la natural tendencia del perro hacia “el llevarse bien” con todos para hacer de un ser encantador un elemento insoportable, cada vez más abundante en nuestras calles y zonas de recreo.

Dicho esto, también he de decir que me aprovecho, con mucho gusto, del buen trabajo de los criadores que han sabido potenciar el buen ejercicio de las funciones específicas de alguna raza y conseguir ejemplares de buen carácter, equilibrados, funcionales, sanos y bellos, tremendamente bellos; cualidad que no tiene que suponer ningún desdoro para los mismos animales; últimamente receptores de grandes críticas por el mero hecho de “ser de raza”. Un aviso para los puristas que niegan la bondad de la especialización y la permanencia de las razas alegando que “el verdadero perro no tiene raza”: se equivocan de medio a medio. El verdadero perro tiene una raza muy estable y definida: el lobo. A partir del lobo, el perro ha sido “creado”, desde el principio hasta el final, por el hombre mediante un proceso de selección similar a muchas razas hoy consideradas domésticas. Para los despistados: un cerdo de verdad tiene forma de jabalí; una vaca tiene la verdadera naturaleza del Uro y así hasta mencionar todas y cada una de las especies, animales y vegetales, que hoy consideramos como “domésticas”.
El idiota actual: Seven

Una amiga heredera de mil razas con todas las virtudes de una gran perra

El hombre altera la naturaleza y elije; selecciona, sueña y traza el camino hacia la meta que tiene en su cabeza avanzando, cruce a cruce y camada a camada, hacia la meta elegida. Lo hicimos con vacas, caballos, asnos, cabras, ovejas, gallinas, conejos, palomas y….¿hay que seguir? Todas esas selecciones perseguían mejorar una función determinada que, en el caso del perro, podemos enumerar como guarda, defensa, pastoreo, caza y sólo si la cosa marchaba muy bien y había recursos, el lujo de una compañía afuncional que no aportaba trabajo ni ayuda en ninguna de las funciones mencionadas. Y con la función, nacieron las diversas razas llegadas de la mano de apasionados, locos y soñadores que persiguieron el sueño del perro perfecto para la función designada.
Moloso original, probablemente, parecido al famoso Peritas de Alejandro

Hasta qué punto esto es verdad lo pone de manifiesto el alto grado de coincidencia morfológica entre los diferentes grupos de razas agrupadas por su función y con origen en una zona geográfica concreta. El que tenga dudas, que examine los perros de pastor centroeuropeos: belgas, holandeses, suizos, alemanes, checos…o los grandes molosos de Cárpatos, Balcanes y Anatolia. El último de estos empecinados creadores fue Luis Dobermann, cuyo empeño personal llevó a sus seguidores a fijar una raza -la misma con la que ahora convivo – fruto de una selección llevada a cabo siguiendo las exigencias de un objetivo concreto: el perfecto perro de guarda y defensa. Esto ocurrió a finales del Siglo XIX, pero lo malo, lo perverso, es que con el advenimiento del Siglo XIX llegó la Cinofilia Oficial, así con todas sus letras y sus estándares…y con muchas cosas más.
Ojalá hubieran dejado esta pintura de Goya como único texto del estándar del mastín.


Adelantando el final diré que esta cinofilia oficial presenta, hoy, un balance claramente negativo y esto es así porque se ha perdido de vista el origen y el inicio de todo: la función original, la necesidad de contar con un “trabajador-esclavo” eficaz dotado con el carácter, la salud y el tipo adecuado. Si se pierde el equilibrio entre todos estos factores el desastre es seguro y nos lleva a lo que hoy nos presentan como canon de perfección y no es más que un pobre bicho deforme, muchas veces tullido, casi siempre enfermo y que no puede encontrar otra función en el mundo de los hombres excepto la de convertirse en una fuente de problemas, gastos y frustraciones.
Si he participado en ese mundo fue animado por mi deseo de colaborar y ayudar a mantener lo que yo creo que debe ser el perro, criterio que ha quedado marginado y que defiendo desde posiciones de francotirador firmando todo manifiesto que encuentro en la red pidiendo apoyo para el combate en favor de la vuelta a los orígenes; corrientes siempre contrarias a lo que les están haciendo a esos que un día fueron titanes y compañeros y que hemos convertido en enfermos lisiados que parecen avergonzar a sus ancestros.
Becerrillo y otros perros soldados en la campaña de México

Me gustan los perros, todos los perros y es el momento de poner de vuelta y media a ese moderno ejército de dueños de perros que parecen pagados por el enemigo, verdaderos quintacolumnistas que trabajan en favor de que el perro acabe erradicado de nuestros entornos de convivencia. ¿Qué nos ha pasado? ¿Desde cuándo dejamos que un perro ladre o muerda a un niño? ¿Desde cuándo hemos decidido que los cachorros no pueden jugar y divertirse juntos para aprender las reglas de una correcta socialización? ¿Desde cuándo se considera normal que un perro adulto ataque a un cachorro? Y, por último: ¿Para qué cuerno tenéis perros si os dan miedo, si no os gusta verlos jugar y divertirse y, sobre todo, no queréis ni sabéis educarlos y convertirlos en adecuados integrantes de la vida ciudadana? Sois los mejores detractores de las bondades de convivir con un perro; sois nocivos como las termitas en la estructura de una casa que ya es, en España, demasiado débil; habéis conseguido llenar casas, parques y paseos de enfermos mentales y sociópatas de cuatro patas con los que sólo vosotros podéis convivir porque compartís las mismas carencias educacionales y sociales que vuestros perros, empezando por la más absoluta mala educación. Reniego de vosotros como reniego del demonio; me niego a que por gustarme los perros me pongan en el mismo espacio mental que a vosotros pues en nada me parezco ni nada comparto.





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Una gran parte de los actuales dueños de perros y una buena parte de los actuales criadores han perdido el norte y eso, en el caso de los criadores, es muy grave, pues su actividad lo determina todo, incluso la futura salud y carácter de los futuros -y casi seguros – mestizos que tengan la desgracia de heredar taras genéticas de los ejemplares que hoy vemos en las exposiciones de belleza, cada vez más cercana a la caseta de los monstruos de las antiguas ferias. Son perros que padecen, o son portadores, de enfermedades -desde la cistonuria hasta estenosis aórticas - fallos estructurales - displasias de codos y caderas - por no haber de la búsqueda de características que los hacen afuncionales pues sus criadores han forzado hasta el absurdo características como peso, prognatismo, longitud o líneas dorsales que niegan la verdad de las más básica biomecánica.

Una exageración absurda y fuente de problemas, seguro

No, la cinofilia oficial no puede justificarse a sí misma mientras no ayude a buscar la salud por encima de una apariencia más o menos estética. ¿Hay solución? Sí, pero no se quiere cambiar nada y nada se hace para proteger a los que se acercan a la raza y acaban metiendo en casa un pobre ser enfermo que, en lugar de ser una fuente de satisfacciones, se convierte en una pesadilla de frustraciones, gastos veterinarios y desastres varios. Las sociedades caninas no deberían dar ningún título de belleza sin el adecuado y pertinente control sanitario: radiografías, controles sobre todo tipo de enfermedades conocidas en cada raza y todas las garantías que puedan manejarse para que ese ejemplar pueda reproducirse con las máximas garantías. 
Una cabeza afuncional que convierte a un perro en fuente de problemas respiratorios, oculares etc

Pero eso no se quiere hacer, no interesa, no es negocio y seguiremos viviendo las mismas afrentas que ahora vivimos y que consiguen destrozar el trabajo de los pocos que quieren ser serios y luchan en inferioridad de condiciones. ¿Alguien se plantea esperar a cruzar un perro hasta que no cumpla 6 años y demuestre que no manifiesta ninguna enfermedad hereditaria? ¿Algún criador está dispuesto a someterse a controles externos antes de obtener el título de Campeón? Ya hay una buena montada con los alemanes que se han puesto serios con el control de las displasias en el Doberman como para decirles a los criadores de razas como el carlino, el bulldog inglés o francés, mastines o los cada vez más tarados labradores y goldens que sin salud no hay título, que la tendremos liada.
Un pequeño cuadro que recoge PARTE de las actuales carencias más habituales nos puede ayudara terminar de poner los pelos de punta:

Lista de enfermedades caninas diagnosticadas en el Servicio de Genética

TIPO DE ENFERMEDADPatología GENRAZA
Enfermedades Oculares
Ceguera nocturna (CSNB)RPE65Pastor de Brie
Atrofia retinal progresiva (GR_PRA1)SLC4A3Golden Retriever
Atrofia retinal progresiva (PRA)C2orf71Corgi, Setter irlandés, Sloughi, Mastín, Pointer, Husky, Samoyedo
Catarata hereditariaHSF4Staffordshire Bull Terrier, Pastor australiano, Boston terrier
Luxación primaria de lentes (PLL)ADAMTS17Bullterrier, Jack Russel Terrier, Tibetan Terrier, Fox Terrier, German Hunting Terrier
Anomalía ocular del Collie (CEA)*NHEJ1Collie
Degeneración de conosCNGB3Alaskan Malamute, Siberian husky y miniature Australian shepherd.
Enfermedades nerviosas
Narcolepsia (NARC)HCRTR2Teckel,  Labrador, Doberman Pinscher
Lipofuscinosis neuronal ceroide (NCL)PPT1Teckel
Lipofuscinosis neuronal ceroide (NCL)CLN5Border Collie
Otras enfermedades 
Hiperuricosuria e hiperuricemia (HUU)SLC2A9Dálmata, Bulldog, Black Russian Terrier, Schnauzer Gigante, Large Munsterlander, South African Boerboel, Weimaraner
Trapped Neutrophil SyndromeTNSBorder Collie
Polineuropatía NDRG1Alaskan Malamute
Deficiencia de adhesión leucocitaria canina (CLAD)CD18Setter irlandés
Osteogénesis imperfecta (OI)SERPINH1Teckel
CistinuriaSLC3A1 Terranova
Sensibilidad a ivermectina (MDR1)ABCB1Collies, Pastor australiano, Viejo pastor inglés
FucosidosisFUCA1Springer spaniel inglés
Otros caracteres
Tolerancia  al calorMYH9Alaskan Malamute, Siberian Huskies, German Shorthaired Pointers, Borzois





Es absolutamente prioritario volver atrás, al origen y perseguir, por este orden, salud, carácter y tipo; recuperar perros de 14 y 15 años que lleguen a la vejez sin haberse pasado media vida en los veterinarios y recuperar el carácter, aunque eso implique restringir el posible mercado de una raza por falta de dueños que sepan tratar a un chucho al que hay que ganarse, educar y socializar en condiciones.
No los busquéis: ya no existen


Dogo de Burdeos: antes y después del desastre 
Y además de toda esta frustración, vivo en España, un desierto de tradición canina; un páramo en el que el perro no ha formado, ni forma, parte de la sociedad humana, esa que en otros países europeos les abre las puertas de hoteles, autobuses, bares y espacios públicos ofreciendo un paraíso que miro con envidia y con la leve esperanza de que, algún día, estos lares aprendan a convivir con los chuchos como debería ya ser normal en una sociedad europea.

Me gustan los perros, todos los perros, pero añoro aquellos perrazos que sólo puedo encontrar en antiguos álbumes de fotos y en reportajes sobre remotas zonas del mundo en las que nuestros compañeros de siempre siguen trabajando contra lobos, osos, nieves y hambres como si eso fuera lo más normal del mundo. Mi senda en el mundo del perro "oficial" no ha llegado a ninguna parte, sólo al desierto andén de la frustración, pero...me siguen emocionando algunos perros, algunos criadores que lo hacen bien y me siguen gustando los perros; todos los perros, aquellos perros...
Homenaje al salvador de más de 40 vidas: Barry, San Bernardo

Como siempre, escribir esto no habrá servido de nada excepto para quedarme tranquilo y poder decir, cuando surja el tema, "yo ya lo he escrito. El que quiera saber lo que pienso de verdad, que se lo lea", pequeña venganza que tampoco sirve de nada:-)














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