domingo, 17 de septiembre de 2017

En mi modesta opinión


Mejor más Europa y menos fronteras


En vista de la deriva que están tomando las cosas de la “cuestión catalana” y como parece ser que a algunos amigos familiares se interesan por mi opinión al respecto en demanda de un posicionamiento claro, voy a intentar resumir lo que pienso de todo este follón atendiendo al momento actual y sin remontarme a lo que la historia ha dejado escrito en acreditados documentos.

Si nos centramos en los últimos años, podemos considerar los siguientes titulares:

1º.- Constitución de 1978.

Es lo único que tenemos como soporte legal del ordenamiento jurídico del estado, que se organiza -como parte indisoluble del mismo - mediante las comunidades autónomas. Respecto a eso documento, podemos decir:
a.- Que se hizo lo mejor que se pudo hacer en aquellas circunstancias bajo la enorme presión de un ejército golpista muy dispuesto, como dejó claro el 23-F, a llevarnos de nuevo a las cavernas.
b.- Que ese mismo ejército forzó la creación de unas autonomías “sin alma” bajo el imperativo de “café para todos” para que “las provincias traidoras” - lease Galicia, Cataluña y País Vasco - no gozaran de ninguna distinción especial basada en su historia, fueros o particularidades.
c.- Que como toda carta magna, contempla, describe y ordena los mecanismo que permiten sus cambios y alteraciones, ergo no es inmutable ni está escrita en piedra.

2º.- Que la actual y más reciente deriva se basa en algunos hechos objetivos:

a.- El desastre organizado por Zapatero al lanzar la famosa frase “aceptaré lo que venga de Cataluña” sin matización alguna.
b.- La deriva de Convergencia i Unió  al verse inmersa en los procesos judiciales del famoso “3 %” y su estable pérdida de votos. Antes de verse en la cárcel, cualquier cosa.
c.- La pasividad del PP a la hora de aceptar la necesidad de revisar la constitución y adecuarla a las circunstancias actuales.
d.- La constante manipulación la historia con la que se ha bombardeado a los catalanes en las últimas décadas presentando, como ciertos, unos pretendidos hechos históricos sin base o demostración alguna. No entro en las locuras de Tartesos como Tortosa y cosas semejantes.
e.- La mentirosa manipulación de los dos últimos años sobre las consecuencias de la independencia.

Dicho esto, me posiciono:

1º.- Entiendo que las naciones y los estados no son entes eternos ni permanentes y que el tiempo los va llevando de la agrupación a la segregación como resultado, principalmente,  de guerras y alianzas políticas con más o menso calado en la población de los territorios afectados.

2º. Que, si bien yo abrazo el internacionalismo, la generación de espacios comunes cada vez más solidarios y grandes -la Unión Europea - y el abandono de las fronteras, puedo entender que haya quiero prefiera abrazar el nacionalismo y el aislamiento fronterizo como única vía de proteger su particularidad.

3º.- Que, eso si, no entiendo el nacionalismo como algo compatible con una postura de izquierdas sino como fruto de la reacción capitalista ante el avance de los movimientos internacionalistas obreros del siglo XIX. Nada más de derechas, conservar, católico y apostólico que el nacionalismo, como demuestra el apoyo de la iglesia vasca y catalana a sus respectivos partidos nacionalistas: PNV y Convergencia.

4º.- Que entiendo, y no combato, que haya gente que quiera ser, hoy, independiente (Si es que eso es posible en la actual organización mundial, globalizada y transnacional. No es lo que más me gusta, pero cada cual es libre de apetecer lo que considere oportuno.

5º.- Que la base de todo cambio debe construirse en la más absoluta legalidad; “de la ley a la ley” y si eso implica trabajar como galeotes y picar piedra durante mucho tiempo, mala suerte, pero sin esa cobertura jurídica y legal, lo que queda es la nada, la anarquía y la inseguridad legal de todos y cada uno de los ciudadanos afectados que no tendrán garantía alguna sobre el respeto de sus derechos.

6º.- Que la actual campaña secesionista es mentirosa, falaz, interesada y muy peligrosa, pues se empeña en negar las conocidas -y mil veces negadas - consecuencias de la independencia. Este punto, desde mi punto de vista, es especialmente funesto y las consecuencias pueden ser muy negativas para la población, pues los que ahora mienten, no deberán -como se ha demostrado en el caso del Breixit - afrontar responsabilidad alguna por sus mentiras y sus dolosos engaños.

7º.- Que, si conocidas y explicadas las verdaderas consecuencias de la independencia (Salida automática de la UE, establecimientos de fronteras y aranceles comerciales con Europa, incluida España, carencia de moneda propia y reconocimiento internacional, fuga de empresas y capitales, necesidad de afrontar la creación de ejército propio y hacer frente a la deuda  etc) la dinámica secesionista se mantiene firme y creciente, la única vía será la que establece la legalidad del cambio constitucional y ninguna otra.

En fin, que la cosa, desde mi punto de vista, se ha salido de foco, pues lo único que está debajo d todo este lío, son las ganas de controlar más directamente los dineros y fondos públicos algo que no se quiso en el 78 - tal y como hacen los vascos.

Mientras tanto, divide, miente y manipula sin tener en cuenta las consecuencias sociales de la división, el enfrentamiento, la generación de masas dispuestas a hacer que el miedo impere sobre los disidentes y mucha irresponsabilidad.


Mal camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario