sábado, 10 de junio de 2017

Aevum Stupidity (Época de estupidez)

Sala de pulmones de acero

Esto, aviso a los navegantes, es una diatriba (RAE: Discurso o escrito acre y violento contra alguien o algo) que hace tiempo lucha por ser escrita y reclama su atención cada vez que surgen noticias relacionadas con el tema que quiero despellejar: la época de estupidez que vivimos con respecto al conocimiento. Mientras la ciencia avanza de forma rápida, segura, eficaz y circunscrita a sus exactos procedimientos de validación; cuando el conocimiento que ella genera es universalmente accesible a través de internet para cualquiera que se tome la molestia; mientras todo ese mundo avanza inexorable y fiable, el mundo se llena de estúpidos con acceso a los medios de comunicación que pretenden convencernos de que la tierra es plana.

El último de estos cretinos, dolosamente irresponsables y con más peligro que un mono con pistola, ha sido el tal Cárdenas, sujeto que se permite dar pábulo a la duda sobre las vacunas haciendo caso omiso a la más mínima seriedad. Luego ha negado la realidad de tal estupidez y se ha permitido pedir disculpas a una pediatra que, de forma muy amable, tranquila y educada, le hacía ver su estulticia y lo dañino de tal discurso. Hipertextual recopila una lista de famosos que, lejos de centrarse en lo suyo, deciden asentar su intelecto en el campo de la mas abyecta imbecilidad y desbarrar para crear más confusión. Desde el creacinismo de Prada hasta la particular bioquímica de Mercedes Milá pasando por lo que sea Mariló Montero, cuya plasmación ¿intelectual? carece de registro en las tablas de medida. (https://hipertextual.com/2017/06/pseudociencias-famosos-medios)

A todos estos, con especial atención a los que hacen de las vacunas su “delenda est Cartago”, habría que impedirles el acceso a los medios de comunicacion que pretendan alcanzar el calificativo de serios y además, correrles a collejas por idiotas. Me pregunto si alguno de estos iluminados ha tenido un compañero de colegio afectado de parálisis infantil como perenne recuerdo de que las vacunas, además de eficaces, son IMPRESCINDIBLES y no cumplir con su calendario programado para la infancia debería ser, además de una locura, un delito contra la salud pública y causa de la inmediata retirada de la custodia de los hijos. Cada uno de los niños que aparecen en la foto que encabeza esta explosión de cabreo y frustración tuvo que luchar por su vida, por llenar de aire sus pulmones paralizados por la enfermedad y muchos de ellos arrastraron las secuelas toda su vida. ¿Es lo que quieren para sus hijos? ¿Para los míos expuestos a una infección de sarampión o varicela por su culpa? Por su culpa, por no cumplir los calendarios de vacunación, están muriendo niños afectados de enfermedades casi olvidadas: sarampión, varicela, meningitis…¿Hasta cuando lo vamos a permitir? ¿Hasta cuando estos irresponsables van a poder seguir mintiendo descaradamente en favor de qué intereses? Es hora de pararles los pies, es hora de que les caiga el desprecio, el rechazo y la más absoluta ignominia social que imaginarse pueda.

Eso sin entrar en los dominios de esa caterva de estafadores astrólogos, crudiveganos, testigos de jehová que niegan tratamientos a sus hijos, creacionistas que luchan para envenenar la educacion con mentiras demostradas con datos que quieren que todos ignoremos, homeópatas autotitulados y demás cretinos que contaminan esta maravillosa época de conocimiento con consecuencias mortales.


Por favor, todos contra ellos: no hay que darles ni agua. He dicho (Y me he quedado muy a gustito, la verdad)

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