lunes, 22 de mayo de 2017

El regalo del miedo

Resultado de imagen de psoe

Susana Díaz ha perdido las primarias del PSOE y lo ha hecho con todo a favor: barones, aparato, los medios de comunicación más consolidados (en su deuda, pero consolidados), los ilustres del partido y  la lógica más elemental. Pedro Sánchez, refugiado en su constancia, su fe en la victoria y una imagen propia de los mártires cristianos de más rancia tradición (nada despreciable, ojo: Churchill estaba muerto tras el desastre militar de Gallípolis, que nadie lo olvide ni desprecie la constancia y la resistencia como valor político) les ha pegado un revolcón histórico a todos juntos y ahora queda analizar las razones de tan sonado vuelco político.

Sin ser analista ni presumir de ello, me juego la barba a que todo ese "establishment" no ha sido capaz de darse cuenta del enorme regalo que le han hecho a Pedro Sánchez: le han regalado el miedo, le han abonado el terreno y alimentado sus motores con la energía, enorme, de todos aquellos que están hasta el gorro de la deriva política general y de la izquierda en particular. A Pedro Sánchez le atribuyeron todas las desgracias electorales del PSOE sin darse cuenta de que el nacimiento de Podemos se basa en la enorme indignación de los hijos de la ira y nietos del PSOE. Podemos, con independencia de su capacidad para gestionar adecuadamente ese enorme patrimonio político, nace en la grieta abierta entre un anquilosado aparato del PSOE entregado a lo "políticamente correcto y adecuación posibilista a las exigencias de lo que no molesta al mundo económico" y unas bases cada vez más indignadas con el mundo en general y con sus representantes en particular.

Haciendo buena la máxima conocida que nos garantiza que "el enemigo de mi enemigos mi amigo", Pedro Sánchez se ha levantado como una figura aliada con esas bases y, de forma fundamental, con el rechazo hacia un absurdo de un PP de espaldas a su propia corrupción y a su incapacidad para darse cuenta de que, a pesar de su solidez en las encuestas, los que no le votan ya están hartos de verse esquilmados por una organización que se lo ha llevado todo y que ha jugado sucio con las reglas del actual sistema político.

El miedo general "de los otros", de "los de siempre" ha movido las velas de Pedro Sánchez en contra del viento dominante de una Susana Díaz cuya incapacidad y soberbia se ha visto reflejada en los resultados, más digno s de la dimisión inmediata que de la sórdida venganza anunciada ayer bajo la siniestra máscara de un resentimiento y un odio africano capaz de negarle el nombre al ganador. Su actitud no anuncia nada bueno y augura sangre vertida en la numantina resistencia que sus fieles van a organizar de Despeñaderos hasta el estrecho. Mala entraña la del personaje, la verdad.

Y ahora queda un futuro que Pedro Sanchez debe gestionar demostrando que, además de fe y resistencia, tiene "maneras", capacidad para estructurar un programa de esperanza, una guía social que, de verdad, empieces estructurar los próximos 50 años de este país y al que podamos acudir para estudiar que nos propone. Fácil, lo que se dice fácil, no lo tiene, pero hay dos cosas que le ayudarán mucho: la podredumbre del PSOE y el absurdo en el que se ha instalado Podemos, dirigido por uno de los personajes más deleznables que ha generado la historia política de España.

Que no nos pase ná.

No hay comentarios:

Publicar un comentario