Los que pensamos y creímos, allá en el lejano 1993, que
Internet vendría en auxilio de la libertad, la difusión global de la cultura y
el conocimiento, la libre expresión y, en definitiva, la sustancial mejora de los
elementos éticos que contribuyen a la mejora de las sociedades acertamos en
parte y en otra gran parte, erramos las previsiones al 100%.
Hace semanas que vengo dando vueltas a la idea de escribir
sobre los grandes peligros que, desde dentro del negocio desarrollado en
internet, podemos ver los que nos dedicamos a esto: la enorme importancia de la
nueva censura silenciosa ejercida por las marcas y por las plataformas de las
redes sociales y la facilidad de dispersión de las mentiras en las redes
sociales.
Si no habéis visto el video de la cabecera, por favor,
dedicar los próximos 6 minutos a su visionado/lectura ( https://twitter.com/i/status/1198236759345238016 ) y podréis entender el
primero de los dos puntos trascendentales del momento: si da dinero, Face Book
(y todas las grandes corporaciones de internet) emitirán cualquier contenido
que les aporte ingresos y mejora en la cuenta de resultados. No importa que
estos contenidos sean políticos, empresariales o de supuestas tendencias sociales
que enmascaren otros objetivos políticos y, normalmente, al servicio de ideas
muy extremas. Esto vale para la difusión de mentiras a favor del breixit, la
independencia de Cataluña o cualquier salvajada que mantenga que los judíos de Auschwitz
estaban, realmente, de paseo por los bosques polacos. Mientras haya dinero por
medio y no se ataque la libertad de la empresa emisora para hacer de su capa un
sayo, vale todo y todo contribuye a que nos traguemos esa falacia de los
mercados autorregulados en virtud de no se que inexorable ley con mágicos
poderes para atajar las peores inclinaciones del espíritu humano. Eso en cuanto
a la mentira, pero es que la mentira no vive sola en los nuevos territorios de
los negocios de internet: la censura silenciosa se ha convertido en su
inseparable compañera. Veamos.
Para que podáis tomar posiciones, entre Google y Face Book,
dominan con mano férrea la industria de la publicidad y de los sistemas de
gestión de publicidad que utilizan los medios de comunicación. En definitiva, tienen
poder de vida y muerte sobre los medios - todos los medios, incluidos esos que nos
dicen que son independientes – y si ellos dicen que los contenidos no son
apropiados, la fuente de los ingresos publicitarios se seca inexorablemente.
Mientras prohíben pezones y contenidos violentos -es decir, prohíben una gran
parte de los contenidos de los medios de comunicación que DEBEN informar sobre
delitos y faltas cometidos en las zonas de cobertura -ellos se dedican a vender
nuestros datos de manera fraudulenta y llegan incluso a manejar nuestros
historiales médicos para -como delito
potencial y todavía no probado -poder hacer negocio con aseguradoras que podrán
rechazar nuestras pólizas si conocen nuestras patologías.
Y las marcas felices, pues ellas, también, pueden decidir no
aparecer en esas páginas que informan de cosas tan desagradables y tan alejadas
del idílico disfrute de sus productos. Nadie lo dice y nadie parece saberlo,
pero entre los intereses de las marcas aprovechando esas posibilidades y la
falta de ética de las grandes operadoras, la información de internet y el
ejercicio de la libertad de prensa, va camino de la desaparición para convertir
a la red en un entorno lleno de cachorritos y gatitos cuyas actividades a nadie
perturban y contribuyen a que ellos hagan negocio dentro de una sociedad
estupidizada, pacata y manipulada pro aquellos que cuyos intereses se basan en el
ejercicio del poder a toda costa.
Por favor, desarrollar vuestra independencia de juicio, no les
hagáis el juego y ante la posible difusión de algún contenido negativo sobre
algo o alguien, siempre preguntaros sobre el origen, la veracidad y la
motivación de aquellos que os hacen llegar esa clase de informaciones. La red se
ha convertido en un entorno mentiroso y rentable para aquellos que engañan.
Tener cuidado, que hay dragones tras las pantallas.
(1)
La cadena de valor empresarial, también
cadena de valor, es un modelo teórico que permite describir el desarrollo de
las actividades de una organización empresarial generando valor al producto
final, descrito y popularizado por Michael Porter en su obra, Competitive
Advantage: Creating and Sustaining Superior Performance (1985).1