miércoles, 30 de octubre de 2019

Las barcas rotas






SOBRE EL LODO, DESCANSANDO,
YACEN LAS BARCAS ROTAS;
DESNUDAS, ASTILLADAS, AMORTAJADAS
DE ALGAS, CONCHAS Y OLVIDO

YACEN ABANDONADAS SOÑANDO MARES
ABIERTOS Y ALTAS OLAS ESPUMOSAS
MURIERON GRITANDO ANSIAS
DE FLOTAR Y CABALGAR SOBRE EL VIENTO,
DE DAR TRABAJO, SUSTENTO Y VIDA
SON LAS BARCAS HOY VENCIDAS
SON ESPÍRITUS BRAVÍOS
SON LOS SUEÑOS OLVIDADOS
SON PURA POESÍA SOBRE EL BARRO
SON AMIGAS ARRUMBADAS
SON VIEJOS LIENZOS AJADOS
NOS MUESTRAN SUS CUADERNAS Y CUBIERTAS
DESNUDAS, CARCOMIDAS, TREPANADAS
DE DESPRECIO BAJO
EL BARRENO DEL TIEMPO

SON MADERAS AL FIN MUERTAS
AJENAS A LAS GALERNAS IDAS, 
OLVIDADAS, YA PERDIDAS

ME DAN PENA ESAS BARCAS
QUE VIVIERON LAS MAREAS
HOY DEJÁNDOSE CAER SOBRE
LOS SUCIOS LODOS DEL BAJÍO.
MIRO SUS ENTRAÑAS VACÍAS
HUÉRFANAS DEL CORAZON ALEGRE
QUE EMPUJABA SUAVES PROAS.

COMO DEDOS DESCARNADOS
SUS COSTILLAS FORMAN BOCAS
SILENCIOSAS, MUDAS, VACIADAS,
SIN ALIENTO, SIN SONRISA
SIN EL ALMA BLANQUECINA
QUE LES PRESTABAN LAS OLAS
SALPICANDO SAL Y ESPUMA

SON BARCAS ASESINADAS,
ROTAS POR LA MALA MANO
DE UN TIEMPO QUE NO ES EL SUYO

domingo, 27 de octubre de 2019

Convivir con y bajo el cinismo




Como siempre, va por delante la definición de RAE Dicho de una personaQue actúa con falsedad o desvergüenza descaradas.
Centrado el tema, declaro que estamos viviendo un estado de cinismo generalizado que provoca náuseas infinitas, estables y consolidadas; tantas que se me hace complicado el simple hecho de ver las noticias diarias o intentar analizar, desde la sensatez y objetividad, cualquier declaración realizada por cualquiera.
El derroche de cinismo en torno al problema de Cataluña o las últimas “performances” llevadas a cabo pro los partidos ajenos al PSOE en torno al necesario cumplimiento del mandato europeo y del Parlamento Español de desalojar a Franco del espanto de Cuelgamuros, pone de manifiesto, una vez más, la inexistente ética de la política española.
Hoy por hoy, aspirar al mínimo grado de colaboración o entendimiento entre partidos sobre cuestiones básicas que todos tenemos en la cabeza, se me aparece como una entelequia absoluta.
Y el caso es que no nos faltan enormes problemas a los que hacer frente, desde el paro, la actividad económica enlentecida, tocada y coja; el siguiente paso de “desfranquizar” a España siguiendo la amable sugerencia del Parlamento Europeo; recolocar a la iglesia católica y a todas las religiones en el entorno privado fuera de lo público; la cosa esa de las autonomías, que parece despeñarse por el barranco del absurdo cada día con mayor velocidad…
Son muchas las tareas que requieren de voluntades unidas y comunes; muchos temas que no admiten divisiones o luchas intestinas y, sin embargo, el discurso dominante es sencillamente miserable, rastrero y mentiroso.
España lleva unas apocas décadas de democracia y parece ser que no hemos aprendió a generar líderes que estén a la altura del diario desempeño de los gobernados, esos que, cuando no hablan de política y por tanto no la cagan (cagamos), trabajan seriamente y desempeñan sus cometidos con eficacia, sensatez y calidad.
Vivimos bajo la capa política de un cinismo atroz que lo gobierna todo y, de verdad: no veo por dónde alumbra la esperanza de salida. Ojalá me equivoque.



jueves, 24 de octubre de 2019

¿Acaba? ¿Empieza?


Sin Palabras

Como los hechos históricos ya no son lo que eran, servidora ha ido siguiendo el acontecimiento del día de soslayo, mirando con el rabillo del ojo los gestos serios de los responsables del gobierno presentes en el acto; la exhibición chulesca de la familia de su propia y anacrónica simbología; el relato de las provocaciones de la tal Merry Martínez-Bordiú y la demostración pública de que Francisco Franco sabe escribir, algo que no teníamos claro los que asistimos a sus fracasos académicos y sus permanentes vulneraciones del buen gusto al esquilmar las poblaciones animales del monte de El Pardo, tomado como espacio privado para sus esparcimientos cinegéticos.
El caso es que uno anda despistado pensando si algo acaba o algo empieza, que el paso de los tiempos y as modas acaba formando un lío y de repente, como a traición, parte del paisaje de hoy parecía tener intención de incorporarse al NO-DO y entonar, enardecidos, los gritos de ritual mientras otra parte corría hacia el futuro a abrazar las lápidas de las nuevas sepulturas en las que alojar a sus antepasados. Todo era un lío y nadie parecía detenerse en ese presente generoso, legalista y sensato que aguantaba a pie firme la grosera exhibición de fascismo genético de familiares y allegados en el entorno de una sierra escéptica que aguarda, tranquila, que pase la marea para seguir siendo bella, tranquila y serena en su grandeza de senderos, peñas y nubes.
Llegará el día en el que todo ese adefesio se derrumbe y la sierra lo incorpore a sus entrañas: la corrupción de sus constructores y la codicia de todos dejó allí la semilla propia de la arquitectura efímera, por mucho que su enloquecido y megalómano promotor tuviera sueños de eternidad.
Hoy la historia ha mostrado su patita, nada más y nos llama a todos a asumir la normalidad de lo que es normal, que lo que no puede ser no puede ser y es ella la que va colocando las piezas de lo que fue en el lugar adecuado. Sin prisas, sin gritos de ritual, sin atropellos, Francisco Franco ha cambiado de morada y la vida sigue. Nos ha costado tiempo, esfuerzo, trabajo y dinero, pero se sigue demostrando que los fascistas y su familia son miserables, ladinos, pobres de espíritu y tacaños como la historia de sus rapiñas demuestra: la cabra tira al monte y está claro que la Paca Collares dejó su impronta y el “Comandantín” se aseguró el futuro de los suyos adecuadamente.
Y la Iglesia, calladita, que está más guapa y sigue sin echar una mano en nada, que podría ser el momento de “aggionarse” y quitarse de en medio, que en ese maldito edificio no se le ha perdido nada ni nada debería requerir de su atención.
Por último, mucha suerte para todos aquellos que ven, en este día, el inicio de la esperanza aunque deberían tener en cuenta que ningún lugar puede ser mejor para sus seres queridos que ese lugar de la memoria que han conservado y mantenido como el mejor homenaje a su ignominiosa muerte.
Que todos, repito, todos, descansen y descansemos en paz. Me parece un buen futuro, sinceramente.

martes, 22 de octubre de 2019

Pobrecito Dictador

¿Dios reconocerá a los suyos?
Lo dudo
Es posible que el coronel de García Márquez no tuviera a nadie que le escribiera, pero parece ser que la abundancia de turiferarios del caudillo de España por la gracia de dios se mantiene en niveles muy altos y que no ha decaído ni un ápice desde los tiempos que el tal gobernaba sobre el suelo patrio.

Tengo que reconocer que cada vez que mis debilidades por Pedro Sánchez decaen, esta nutrida tropa de nostálgicos fascistas hacen que me entren más ganas de hacerme fan incondicional de este “amado líder”. Ahora es “Sánchez El Profanador”, así, sin más, con total rotundidad. Debe poner eso de verse llamado de tal guisa, un poco como “Terminator” o “El azote de Dios” como Atila. 
¿Y Vd. a que se dedica?” 
Pues yo, mire Vd. mayormente a profanar, que me pone mucho, no puedo evitarlo. Me entran unos subidones que ni le cuento. Eso si: no me prodigo mucho, que no hay demasiadas tumbas que estén a mi nivel. Dictadores quedan pocos en sus tumbas y dedicarme a la gente corriente, como que no es lo mismo, ya ve.

Pues eso, yo de mayor quiero que también me pongan un mote de tal guisa: Juan Manuel el ..vaya Vd. a saber, que lo mío no tiene interés.

Estos días ya se empieza a ver que, tras el monotema de Barcelona y sus queimadas, nos anuncian la llegada del gran éxito de la temporada: Francisco Franco, el dictador no tiene donde caerse muerto. Que todavía tengamos gentes que rasguen las vestiduras por el destino que pueda sufrir semejante cabestro, e alucina. Fue un militar penoso cuyo único mérito era, eso si, el valor y sabeer embestir como los  carneros, con tan preclara inteligencia que mandó a sus tropas a tomar Madrid !cuesta arriba! Timorato en su vida privada, logró que sus compañeros de conspiración le llamaran Miss Canarias, por lo que tardaba en unirse al golpe. Tanto tardaba que por fin le llegó el ingreso en sus cuenta londinense proveniente del Sr. March. Entonces y sólo entonces, se dedicó a matar un poco primero y a conspirar después contra sus propios compañeros de armas hasta que, en una jugada de trilero, cambió redacciones y nombramientos para quedarse como cabeza de la cosa.

El jueves saldrán fachas, aguiluchos y banderas a recibir a aquél que llenó los campos de odio, las cunetas de cadáveres y la historia de España de vergüenza. A otros, ese día nos parecerá que ha mejorado el tiempo.

lunes, 21 de octubre de 2019

Estamos solos

Pues eso: en el momento de la verdad, cuando necesitamos lo mejor de nuestra especie, triunfa el tierraplanismo. ¿Y creemos todavía que la salvación es posible?
Hace unos días hablaba de que nos acercamos, todos, juntos y sin excepción, a un territorio desconocido dominado por engendros demoníacos que quieren, y pueden, acabar con nuestra especie o, en el mejor de los casos, devolvernos a épocas pasadas en las que nada nos protegía como individuos: ni leyes, ni Reyes ni naciones o prelados.
Leía ayer en El País (https://elpais.com/economia/2019/10/18/actualidad/1571397259_309335.html) un sesudo artículo sobre el capitalismo y sus devaneos con la actualidad; de la necesidad de realizar un ajuste rápido en el único sistema económico y social que se ha demostrado medianamente capaz de resistir la inoperancia humana, la misma que se ha cargado el resto de los intentos de cambiar las cosas. Como ellas, las muertas y defenestradas, el actual capitalismo se nos muestra como un monstruo capaz de devorarlo todo para alcanzar su propio fin y este artículo da vueltas planeando por algunas de las últimas ideas al respecto. Capitalismo verde, social, solidario, participativo...y vaya Vd. a saber qué más podemos inventarnos para domesticar a la bestia, pero lo cierto es que la bestia y los jinetes del apocalipsis, los reales, los que señorean hoy el planeta, campan por sus respetos y no tienen a nadie que les haga frente.
Los ciudadanos clamamos en un desierto de líderes políticos que, como mi querida Aznar, claman, a su vez, por mantener el negocio de sus amos, que son los verdaderos amos de todos. Justo cuando la humanidad se enfrenta a sus momentos más cruciales como especie -no como nación aislada o cultura o área geográfica – y el destino de todos está pendiente del capricho de un sistema tan complejo como el clima, al que hemos llevado al límite, cuando miramos a nuestros teóricos dirigentes nos encontramos con Bolsonaro, Trump, Yeltsin, Johnson, los polacos y húngaros, los corruptos chinos…y la realidad se impone: estamos solos y no hay nada ni nadie que pueda parar el desastre que se avecina.
La historia, la más conocida, siempre nos habla de líderes aparecidos en el momento de la verdad, justo cuando todo parecía perdido y que, con su presencia, inteligencia y trabajo, consiguen torcer el curso de los acontecimientos, pero está claro que el momento contradice tanto la propia historia como lo inexorable de su avance lineal: podemos retroceder y lo estamos haciendo a toda velocidad. Cuando nos lo jugamos todo como especie, reforzamos los nacionalismos localismos; cuando la ciencia se muestra como el único camino en el que algo es todavía posible, se impone la más acendrada estupidez colectiva,; cuando todo nos indica que podemos si vamos juntos y usamos lo que tenemos a nuestro alcance de manera adecuada, nuestros líderes, elegidos por una caterva de estúpidos, nos cortan el paso.

Sí: estamos solos. No le demos más vueltas y asumamos que los dragones tendrán comida, mucha comida.

sábado, 12 de octubre de 2019

España y América: comentario por encargo

Aztcas preparando la barbacoa ejerciendo el máximo respeto a los pueblos hermanos de mesoamérica


Un soneto me manda hacer Violante…y como Lope, aunque sin su genio, me veo ante el teclado para hilar un par de sesudos comentarios sobre la relación de España con América; ardua tarea que puede consumir vidas enteras y que mis amigos no quieren analizar con el detalle que suponen más de cuatro o cinco párrafos de buen tamaño. Como punto de partida, nací en Argentina y trabajo y vocación me han permitido patear bastantes países de norte a Sur, eludiendo tan solo Venezuela, Colombia y Perú. El resto, desde Vancouver a la Patagonia, han sido visitados por servidora y sus ávidos deseos de aprender.
Lo primero que parece evidente es que España dominó sin la cruel metodología y racismo empleados por los anglosajones y holandeses varios siglos después en sus colonias. Entregados al fornicio legalizado, los españolitos de Cortés llegaron a Tenochtitlán cargados de bastardos reconocidos que acabaron conformando una élite criolla que terminó por expulsar, años después, a los representantes de la corona española. Primer dato. Los anglosajones follaban igual, pero mataban a las embarazadas para evitar a esa oblación mestiza, siempre muy peligrosa.
Segundo: Cortés se dio cuenta de que debía entenderse con el soberano de un gran estado y se presentó a Moctezuma ofreciendo vasallaje y alianza con el reino de España: impensable tanto en ese momento en Europa como siglos más tarde. Holandeses, ingleses y portugueses, junto con franceses, belgas y alemanes arrasaron con todo lo que encontraron sin pensar en jerarquías o alianzas. Pensemos en los intereses ingleses en la guerra del opio y en los holandeses en la Molucas o los belgas en el Congo y veremos que lo español en la conquista ni fue tan bestia ni tan extraño. Acercarse a la historia con un punto de vista cerrado a lo actual es un error de enormes proporciones.
Tercero: que nadie se equivoque con el poder militar de los españoles. Conquistaron porque se aliaron con la multitud de pueblos sometidos, sojuzgados, expoliados y masacrados por Incas y Aztecas. En el momento que se quedaron un poco, solo un poco solos, pintaron bastos como demuestra la Noche Negra del 7 de julio de 1520 cuando tuvieron que salir de najas de Tenochtitlán y darse de bofetadas cerca de Otumba, en un villorrio que la Wikipedia me recuerda como Temalcatitlán. El que quiera enterarse de cómo los españoles prefirieron ahogarse en los canales antes de desprenderse del oro, que se lea el libro de Bernal Díaz del Castillo llamado La Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, genial crónica de la historia a golpe de calcetín escrita por un soldadito de la tropa de Cortés.
Cuarto: si es cierto que los españoles actuaron de forma vesánica y ejercieron una tiranía que en la época podría considerarse como normal en todo el orbe, Aztecas incluidos. Si alguien tiene la mínima duda sobre la verdadera naturaleza angelical de los aztecas, que se de una vuelta por el museo de antropología del DF y podrá apreciar la sutileza de los cuchillos de obsidiana y las tazas sacramentales con las que se recogían los corazones palpitantes de los afortunados sujetos que pasaban a entenderse con la multitud de dioses aztecas o los que poblaban las páginas del Popol Vhu, biblia maya que también he tenido el placer de meterme entre pecho y espalda.
No, no hay caso y los verdaderos asesinos genocidas fueron los virus, gérmenes y bacterias que arrasaron poblaciones enteras sin dejar bicho vivo. Hay un libro -perdón por no tener la referencia aquí – que habla de la realidad de las poblaciones americanas antes y después de la llegada de los europeos cuyas cifras son espectaculares. Nos habla de millones, cientos, de seres desaparecidos a causa de la viruela -a la cabeza – gripe, sarampión y demás bondades.
En el libro El dios de la lluvia llora sobre México, de László Passuth, se nos cuenta mucho de la aventura de Cortés -libro maravillosos – y también podemos encontrar, en muchos documentos, las macabras historias de Becerrillo, alano español receptor de soldada de primera y ejecutor de muchos indígenas enemigos (Curioso que el chucho sabía distinguir amigos de enemigos aunque vistieran igual) pero junto a estos actos, Frai Bartolomé de las Casas levantó la voz favoreciendo la causa de los indígenas (a los negros africanos que les fueran dando, que de esos no se ocupaba ni Dios) algo impensable en otras culturas.
España conquistó -según mi humorística tesis – porque le tocaba: nos habían zurrado los cartagineses, fenicios, griegos, romanos, godos, celtas, alanos y árabes, así que nuestro turno había llegado y los aprovechamos porque éramos más pobres, teníamos más hambre y estábamos hasta las narices de pegarnos con los cerdos para comer bellotas. Simple, humano y por cierto: actual. Si ahora se descubriera una nueva tierra, los pobres de la tierra harían, otra vez, los mismo que hicimos nosotros, lo mismo que hicieron los mongoles arrasando China y la India o lo mismo que hicieron los árabes comerciando con esclavos y abriendo África para que los europeos acabaran el trabajo.
Y termino con dos notas: leeros el discurso de Vargas Llosa al recibir el Nobel y pensar en cómo, dos siglos después de nuestra salida de América, viven los indígenas de hoy bajo el yugo de los blanquitos que echaron a los españoles por malos. Y ya no estamos por esos lares, que conste: han tenido tiempo, 200 años, para arreglar lo que fuera menester arreglar.



viernes, 11 de octubre de 2019

HIC SUNT DRACONES




Cuando la cartografía quiso hacerse mayor y compartir el rigor del método científico, empezó a usar una fórmula que, bajo la poesía de lo mitológico , aceptaba sus imitaciones y la falta de conocimiento: al llegar a una zona desconocida, escribían HIC SUNT DRACONES, que es lo mismo que decir que no tenían ni idea de lo que se debía representar en ese territorio.
Creo que hoy en día la humanidad toda parece haber llegado, una vez más, al territorio de los dragones, esos paisajes que exigen un esfuerzo de creatividad y adaptación para permitirnos seguir infectando la piel del planeta. Los dragones son muchos y variados y todos ellos, identificados o no, suponen un reto importante de la misma manera que siglos atrás otros dragones tuvieron que ser domesticados y asimilados por nuestros usos y costumbres cotidianos. La revolución industrial puede ser un buen ejemplo de colonización de un territorio desconocido y sus enseñanzas podrían ayudarnos siempre y cuando fuéramos capaces de aceptar que necesitamos una adaptación rápida, eficaz, universal y justa para poder seguir nuestro camino como especie.
El cambio llega rápido para el clima, el reparto del trabajo y sus múltiples formas de evolución conjunta con la tecnología de las comunicaciones; llega rápido para la trasformación de nuestros usos y costumbres respecto a la movilidad y al consumo, amenazando el actual sistema con la reimplantación del consumo circular y el abandono de los insostenibles modelos consagrados por el desarrollismo industrial de las últimas décadas; llega un importantísimo cambio en el modelo familiar y social derivado de la impensable longevidad que crece gracias a los avances médicos y medioambientales; llegan y llegamos, juntos, a ese territorio ignoto plagado de dragones que hay que identificar y domesticar adecuadamente y debemos hacerlo según pautas consensuadas, probadas y dosificadas según la justa medida. Todo este ladrillo viene a cuento de los titulares lanzados por y reproducidos en la prensa sobre el programa de Iñigo Errejón y su idea de la semana laboral de 4 días. Tal como nos ha llegado, es un absurdo brindis al sol, pero bien explicado y exponiendo las pruebas que ya se han realizado en Nueva Zelanda y otros países,explicando bien qué y cómo se hizo y en dónde; abriendo la posibilidad de establecer determinadas pruebas con algunas empresas -como se hizo allí -hubiera sido posible establecer un debate basado en datos fiables; oportunidad perdida gracias al inadecuado uso de los famosos 140 caracteres.
Tenemos, por fortuna, la posibilidad de usar el método científico para establecer todo tipo de pruebas y programas que nos ayuden a colonizar los enormes territorios vírgenes que tenemos delante de nuestros pies y sabemos que, como siempre, nos adentraremos en lo nuevo sin duda y sin tener ni idea de las consecuencias de nuestras acciones, pero por favor, hagámoslo con cierta cabeza y con el compromiso de tratar de hacerlo bien y hacerlo en beneficio de todos. Necesitamos trabajar bien y juntos, sin descalificaciones previas y poniendo encima de la mesa datos y medidas fiables, que lo que nos jugamos es mucho y aunque algunos piensen que a ellos y sus iguales no les afectará, no es verdad: el futuro llega para todos y llega, además, a la casa común de todos, negacionistas pagados y paniaguados como Aznar incluidos.