jueves, 13 de junio de 2019

A vueltas con la semántica

La realidad se impone por encima del lenguaje, por mucho que lo retuerzan y lo quieran ocultar.
El dinosaurio -Vox - sigue en la habitación de C´s



Antes de nada, y recurriendo a las facilidades de internet, copio y pego:
Semántica lingüística, trata de la codificación y decodificación de los contenidos semánticos en las estructuras lingüísticas. Estudia la estructura de las formas léxicas, la estructura de las expresiones y su relación con sus referentes, así como los mecanismos mentales por los cuales los individuos atribuyen significados a las expresiones lingüísticas.
¿Y a santo de qué escribir sobre tan oscura ciencia? Básicamente, al hartazgo que sufre servidora tras años de asistir, como pasivo y cabreado espectador, al deterioro del lenguaje promovido por nuestros políticos. No hablo ya del absurdo de querer cambiar los valores numéricos -15 son más que 19 -sino del uso perverso de los térmicos, las oraciones y la destrucción del verdadero significado de cada palabra usada, bien de forma individual o inmersa en una frase.
No sólo nos enfrentamos al empobrecimiento en cuanto al número de palabras que usamos de forma cotidiana -que ya es grave por sí solo – sino que, además, nuestros políticos se entregan de hoz y coz al retorcimiento de los significados hasta vaciarlos, cambiarlos y acabar por hacernos asumir que los equivocados somos nosotros. Tenemos ejemplos por miles; ruedas de prensa que terminan con nuestros nervios en un estado de hipertensión extrema, gritos de indignación y cientos de cabreos monumentales dirigidos hacia la “caja tonta”. Ya he escrito varias veces sobre el tema, que yo, por lo menos, tengo el consuelo de poder expresar aquí lo que me parece y siento, pero es que, de verdad, ya está bien de maltratar al lenguaje.
De la misma manera que los Inuits pierden sus palaras relacionadas con el hielo, más de mil hace unos años, nosotros vamos perdiendo el verdadero significado de lo que nos dicen y lo cambiamos por aquello que el emisor del mensaje quiere que acabemos aceptando como significado real de un término que nada tiene que ver, en su origen, con la falacia que el susodicho quiere colocarnos.
Si tenéis dudas del proceso que comento, por favor, seguir estos días lo que Ciudadanos está diciendo sobre una realidad -sus pactos con Vox y PP – y analizar sus discursos con detenimiento. No hay por dónde coger la cosa, de verdad. Nuestra realidad cambia, el lenguaje se simplifica y tiende a imponer la actual lengua franca de la “oikumené” (la tierra habitada, más que Mediterráneo, ojo) de nuestros días: internet.  Ya no hay un mar que nos una y sobre el que desarrollar el comercio y las relaciones, hoy son internet y el inglés los que reinan sobre todas las cosas, así que cuidado: entre nuestros políticos y la estupidización lingüística, vamos a acabar tontos perdidos si es que nadie lo remedia antes.
Para los despistados:
Rae : pacto
Del lat. pactum.
1. m. Concierto o tratado entre dos o más partes que se comprometen a cumplir lo estipulado.
2. m. Cosa estatuida por un pacto.
Parece que la cosa es sencilla, ¿no? Pues ahora ir a la prensa a ver qué es lo que dicen los liantes de Ciudadanos.

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