miércoles, 13 de marzo de 2019

Con estos bueyes hay que arar



Mi amigo Kike dice que hay que fomentar al máximo el caos patrio hasta alcanzar el desastre total y sobre ese erial intentar construir algo que merezca la pena, pero es que, a veces, la cosa no está tan clara. Para muestra, un botón que selecciono de la edición de hoy de El Español. Repasando las 5 noticias que aparecen en la captura, una, la de los espías es propia de Mortadelo y Filemón y la TIA en lugar de la CIA, tres nos llevan a los sótanos de la sexualidad más cutre y miserable, incluido el machismo de una corte de justicia que se permite calificar de “fea para ser violada” a una chica a la que no se concede el beneficio de la duda sólo porque alguien piensa que es fea. Para montar el pollo, vamos. La última -que espero ansioso poder leer cuando acabe esta nota – anticipa o bien el desastre de un redactor que no se ha enterado de nada (lo habitual), o la maravilla de una puerta abierta a las paradojas cuáticas que tanto me interesan y con las que tanto disfruto.
En resumen: esta es la foto de un país; el país que nos ha tocado vivir y que parece querer negar el enorme potencial de una sociedad que, ni mucho menos, es tan miserable como sus políticos parecen representar o sus medios de comunicación reflejan en sus titulares. Mientras la ciudadanía se esfuerza en sus cotidianos afanes; cuando la inmensa mayoría se deja los lomos horadamente en sus trabajos y afanes, parece que sus representantes se dedican a denigrar a la sociedad que representan y los medios de comunicación, garantes de muchos beneficios constitucionales, vuelven la cara y sólo atienden, serviles, a los intereses de los dueños de las acciones de sus empresas.
¿A qué carta nos quedamos? ¿Con el avance científico que promete grandes beneficios o con la profunda polémica de un pezón perdido en las ondas hertzianas de la TV? ¿Nos entregamos de hoz y coz a la tarea de denigrar a esos jueces que siguen inmersos en un machismo decimonónico y perdidos en sus enfermizas ensoñaciones de hembras insatisfechas que añoran y desean la violación a cargo de un hombre como dios manda que solo atiende a las guapas, faltaría más? ¿Nos adentramos en las complejidades de la política internacional de la mano de agentes que parecen pertenecer al grupo operativo de Roldán y sus juergas en calzoncillos?
Me temo que nuestro excelso prócer, D. Antonio Cánovas del Castillo tenía razón al definir nuestra esencia como “es español el que no puede ser otra cosa”. ¿Tenía razón? Visto lo visto en los últimos tiempos, me temo que, si no la tenía del todo, no estaba muy lejos de tenerla.





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